¿Qué es lo que pasa hoy en día con el acto de cagar? De bebés no teníamos problema y, simplemente, cuando nos entraban las ganas, cagábamos. Vamos creciendo y debemos "aprender" a aguantar, avisar que queremos cagar, y aprender a usar el inodoro. Pero creo que es aquí, en este "aprender", que la naturalidad de este acto se pierde y se vuelve casi en un tema tabú.
En el colegio no había nada peor que tener ganas de cagar... ¿porque no podíamos? Sí, sí podíamos; al fin y al cabo ya habíamos aprendido a usar el inodoro y a limpiarnos solos, pero por alguna razón, cagar era, y es, algo raro. Siempre que alguien cagaba en el baño del colegio era algo raro, algo que sólo le causaba burlas, y que, por irónico que suene, se le cagaba la vida en el colegio. Sí, el que era cogido cagando en el colegio quedaba marcado, como si hubiera cometido algún delito, como si hubiera llevado a cabo algún acto anormal, fuera de lo común. ¿Por qué?... Lo cierto es que todos cagamos: la reina Isabel caga, el indigente caga, yo cago, y usted, lector, también caga. Es más, si quieren hacer relaciones siguiendo lo dicta la religión católica, podemos decir que si el hombre caga, y el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios, entonces muy seguramente Dios también cagaba (¿de ahí podrá provenir la conocida expresión gringa 'holy shit'?)
Me pregunto entonces qué es lo que pasa con cagar. El hombre primitivo me imagino que no tenía ningún problema, y si le entraban las ganas, hacía. Estuviera quien estuviera cerca, si tenía ganas, pues hacía. Ahora, si no estamos en la casa, no cagamos, y así, cagar se vuelve incluso una medida de confianza. Me explico planteándoles lo siguiente: conocieron a una persona, fueron a su casa, están comiendo, tomando algo, lo que sea, y de pronto... sí, les entran las ganas. ¿Cuántos de ustedes, queridos lectores, tranquilamente le dirían a su anfitrión o anfitriona que les preste el baño porque le han entrado las ganas de cagar? (No se me vayan de avispados diciendo: "puedo decir que voy a orinar", porque ustedes bien saben que el tiempo de una cagada nunca se compara con el de una meada, y los imprevistos, pues... son imprevistos). Creo que serían pocos, si es que los hay, los que podrían hacer esto.Yo confieso que no lo haría. Ahora, si están en una relación, ¿después de cuánto tiempo de estar en esa relación, sienten que tienen la confianza suficiente para poder, tranquilamente, decir que tienen que ir a cagar? Veámoslo ahora desde el otro punto vista. Si ustedes llevan a su casa a esa persona que acaban de conocer, y ésta les pide que le presten el baño porque deben cagar, ¿qué piensan? Personalmente admito que sería algo que llama la atención, por un momento me sentiría en shock, y tal vez después cuestionaría a esa persona, aunque finalmente les prestaría el baño. Y pensándolo bien, después de cuestionar a esa persona, pensaría en esto que les he dicho y creo que esa persona me gustaría aún más... depronto. Es decir, sería un buen punto a favor.
Sea lo que sea que pasa, lo cierto es que hoy en día hay algo inusual en cagar, así sea una de las cosas más naturales al hombre. No sé cuándo se habrá vuelto esto así, ya que como les decía, podría asegurar que un hombre primitivo no tendría ningún problema en hacer cuando le entraran las ganas, estuviera donde estuviera, estuviera con quien estuviera. Creo que así como la sociedad ha avanzado en innumerables cosas, hay detalles como estos en los que creo que hemos retrocedido, des-evolucionado. No hay nada peor que tener que aguantarse una cagada porque estamos con la nueva novia, el jefe, la amiga de la mamá, etc etc. No poder ni siquiera soltar un gasesito, porque inmediamente sabemos que nos convertiríamos en el sucio, el cochino, el irrespetuoso, y lo que quieran, sólo porque no pudimos contener una función natural, que muy seguramente, alguno de ellos también estaba sintiendo.
Mis queridos lectores, si alguno de ustedes, en algún momento, sin pudor y miedo alguno, pueden pedirle a su cita de la noche el baño para poder ir a cagar, o dejar salir ese gas que tanto les estorba, y en respuesta a algún comentario negativo poder decir: "¿y es que acaso usted no caga, o se pea?", me les quito el sombrero y, de antemano, los felicito.
Que pena, entre "la leida" y "la cometnada" estaba CAGANDO hahahahaha!
Jajaja, brutal el comentario anterior... bno y tambien la entrada esta fenomenal. Tal vez si des-evolucionamos, aunk tal vez el problema radica en las costumbres que nos enseñan de niños y al tipo de alimentacion que acostumbramos a llevar, que usualmente desfavorece una buena digestion.
Huy hermano buenisima esta entrada! Soy de esas personas que crecio con un "trauma" por no poder ir al bano tranquilamente en el colegio por miedo a las burlas y demas. Eso ni comia para que no me fueran a dar ganas. Y si, ahora que uno se pone a pensar que estupidez, tal como usted lo plantea es una de-evolucion y de esas cosas tan raras que pasan en la sociedad hoy en dia con muchos temas parecidos. Saludos!