Una de las cosas más irritantes de hacerle oposición al gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez es, sin duda alguna, la facilidad con la que la gente lo encasilla a uno. Solo es necesario decir que uno no está de acuerdo, por cualquier razón, con alguna decisión del mandatario, para quedar inmediatamente catalogado. Los uribistas más radicales dirán que uno es guerrillero o comunista; los más benévolos en cambio, simplemente lo etiquetarán a uno como miembro del Polo Democrático Alternativo, o del partido Liberal. No tenía ningún problema con esto, había logrado acostumbrarme e ignorarlo, hasta que algo sucedió: de un día para otro comencé a recibir a mi correo electrónico y a mi página de Facebook, invitaciones y solicitudes de amistad de miembros activos del polo y del partido Liberal, incluso llegué a recibir invitaciones para ir a votar por uno u otro candidato en las consultas internas de los partidos. Esto sí me pareció terrible, temí por mi sanidad mental, pensé que era cuestión de días para terminar enlistado en las filas de alguno de estos grupos; incluso soñé que estaba en una manifestación usando una camisa amarilla y apoyando al alcalde de Bogotá, qué cosa tan aterradora. Es debido a esto que he decidido escribir este artículo, no solo para convencer a los uribistas y a los de la mal llamada oposición colombiana, de que no hago parte de estos grupos, sino también para convencerme a mí mismo antes de que sea demasiado tarde.
Empecemos con el Polo Democrático Alternativo. En realidad, este grupo, más que un partido político, parece una caricatura de lo que a Colombia no le gusta: a Colombia no le gusta Chávez, entonces los del polo lo apoyan, a Colombia no le gusta la guerrilla… Es que para nadie es un secreto que el pueblo colombiano no aguanta más a la guerrilla, por eso apoya la política de seguridad democrática del presidente Uribe, que aunque no tenga nada de política, ni de segura, ni de democrática, se basa en darle plomo a estos grupos al margen de la ley. Es innegable que la misma guerrilla colombiana se encargó de manchar su nombre y el de cualquier guerrilla en general, y han logrado que la palabra “guerrillero” cause inmediatamente repulsión por parte del pueblo en general. De esta misma manera, un partido político fundado por líderes ex guerrilleros causa en el pueblo la misma reacción. Es importante aclarar que no estoy comparando a estos líderes con la guerrilla actual, ni mucho menos. Tampoco pienso que estas personas no tengan el derecho de crear partidos políticos, me parece admirable que hayan dejado las armas. Pero lo que no entiendo es que se hagan llamar “oposición”. La oposición debería ser una fuerza que contrarreste a otra, y el Polo Democrático lo que logra es impulsar a la gente a votar por Uribe. La gente en Colombia le tiene tanto miedo a la guerrilla, tanto odio y rencor, que con tal de no correr el riesgo de tener a un presidente ex guerrillero, son capaces de votar por Uribe en todos los períodos a los que se presente, sin importar que se destruya la constitucionalidad y la institucionalidad. De este modo, el Polo Democrático le brinda más votos a Uribe que los que le brinda la misma política de seguridad democrática. No soy del polo ni lo apoyo, porque me considero opositor a Uribe, y creo que la oposición debería comprender las cosas buenas que tiene el gobierno actual, las cosas que el pueblo quiere y apoya, y a partir de ahí lograr debatir las cosas malas, para de esta manera crear una verdadera política de seguridad democrática, donde se respete la política, la seguridad (de los derechos humanos) y la democracia, abordando otros temas importantes como el de la desigualdad social y la educación. Lo demás es mamertería pura, olvidarse de la gente y pretender hacer política desde ideales hipotéticos e inaplicables. Eso no es oposición, es idealismo.
Explicar por qué no soy parte del partido liberal es más que sencillo: mi razón principal es que no quiero ser parte de un grupo que está interesado en tener poder, y no en cambiar la situación del país. No es que no valore y aprecie las denuncias que los miembros de este partido hacen en contra del gobierno, por el contrario, me parecen gravísimas. Pero no se me olvida que hasta hace pocos meses eran amigos del alma con estos mismos que ahora denuncian. La primera reelección fue apoyada en su totalidad por la bancada liberal, es más, fue presentada al congreso por ellos mismos, los escándalos de prebendas de esa primera reelección implican a varios miembros de ese partido, y además cinco de sus parlamentarios han sido suspendidos del congreso por para-política. Esto me hace pensar que lo único que los hace ser de la mal llamada oposición colombiana, fue la intención por parte del presidente Uribe de lanzarse a un tercer período, lo que les quitó toda aspiración de llegar a la presidencia. Mientras eran amigos no denunciaban nada, ahora que no son amigos resulta que sí se dan cuenta de todas las cochinadas que hace el gobierno; eso no me lo creo. El partido liberal lo único que pretende es llegar al poder y mantenerlo, se alían con el que esté arriba, y solo hacen oposición si ven que el poder se les va de las manos. No soy miembro de este grupo, y jamás lo seré.
Irónicamente, la oposición política más seria que hay en Colombia en este momento, viene de parte de una institución que por ley no debería poder intervenir en política: la corte suprema de justicia. Mientras esto siga así, tendré el orgullo de decir que no pertenezco a ningún partido político.
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parce lea un poco mas.... su critica le hace falta fundametos.. en otras palabras pura basura
Vea por otro lado el problema de 'la oposición' como una lucha dentro del lenguaje, donde el afán que se tiene por encasillarlo en términos que maneja el gobierno se da por la facilidad que le permite al mismo tratar con ud. La gente de la U por ejemplo se comprende dentro del paradigma uribista como 'aliado' y se le da el trato de aliado a paramilitares, ladrones y asesinos, porque a eso reduce la relación el acto de enunciación. Pero ¿qué pasa con las entidades que no se descifran en los términos lingüísticos que se emplean? Bajo la mentalidad uribista y liberal, el que no está con el gobierno y el presidente es un terrorista, de igual modo que por ello la oposición es terrorista. Luego qué tiene de sorprendente el hecho de que se diga que uno es o guerrillero, o del polo o el partido liberal, por el hecho de estar en desacuerdo con crímenes de estado, pseudo-democracia y terrorismo estatal, si a lo que esto conlleva es que se nos de el trato de ‘enemigo’.
Ahora pregúntese ¿cómo ha sido el trato al enemigo por el gobierno a lo largo de la administración del presidente uribe?: se busca por todo medio posible destruirlo. Si quiere entonces unirse al 'partido' de la corte suprema, mire antes el trato que se le está dando a la corte… sin entrar a mirar amenazas puntuales a magistrados o las chuzadas, solo mire cómo ya hasta se tramita un proyecto de ley para quitarle competencia... porque es una corte terrorista.
Lo que en realidad carece de fundamentos es su redacción, y ni hablar de su crítica, para nada constructiva. Un abrazo querido Fan, gracias por comentar.
A veces hay que saber defender los principios e ideales que estén amenazados y denegados. Luchar por el derecho a disentir, la libertad de expresión, la participación ciudadana y la justicia social no es de ninguna manera idealismo. Porque en la lucha por estos principios siempre se busca realizarlos materialmente, si es que eso puede decirse. Así que si hay sectores de la llamada oposición que luchen por estos principios (sin guardarlos en el armario para conseguir pequeñas victorias electorales)yo soy parte de ellos.
Zuleta, muy bien hecho su articulo , aunque soy Uribista como ya sabe, me gusto su punto de vista el cual es muy interesante, pero es complejo el tema y es muy dificil generalizar como malo el gobierno. Es una verdad dura que cataloguen a las personas de esa manera, aunque Uribe es lo mejor que hay desde mi punto de ver las cosas, pero no hay derecho por parte de el para perpetuarse en el poder.
SBoj
Para Anónimo:
Yo también intento luchar por los derechos denegados, y no considero que eso sea idealismo. El idealismo del que hablo es el radicalismo que caracteriza a los supuestos partidos de oposición. No creo que sea necesario ser miembro de estos partidos para hacer oposición, ni mucho menos para luchar por los derechos pisoteados en nuestra patria.
Gracias por comentar y continúe defendiendo los derechos denegados.
Zooleta:
Recuerde que los idealisitas son los que niegan el mundo material y la posibilidad de transformarlo. Si ser radical es tener una visión de futuro desde las raíces de una idea plural de progreso, entonces confieso ser radical. Talvez necesitamos más radicales, puesto que los idealistas son los que están en el poder.
Anónimo?
De acuerdo, si se pone de ese modo entonces debo decir que también soy radical. Pero ¿Qué pasa cuando –sin tono populista, no estoy en campaña- alguien se queda perdido en las ideas? Los gobernantes deben ser representantes del pueblo ¿o donde queda la democracia? Eso le crítico al Polo, que en algún momento, en su búsqueda de un “futuro desde las raíces de una idea plural de progreso”, se les olvido el pueblo, ¿Cómo se va a hacer oposición, o posición, política sin el apoyo del pueblo en una democracia? En ningún momento siento que insinúe que no se deba hacer oposición, ni tampoco que no se deba buscar un futuro mejor, pero me parece evidente que la oposición colombiana no está logrando absolutamente nada, y creo que lo que relato en mi breve articulo es una hipótesis sobre las razones que generan esto.
http://www.youtube.com/watch?v=V2M7U7SiX_4